¿Educamos?
Slow Food ha plantado huertos en las escuelas italianas para que los niños aprendan de donde sale lo que comen. Que las verduras, que las frutas vienen de la tierra y que el sol, las lluvias las hacen crecer. Que el hombre las recoge y se las come. Porque son sanas y naturales. Porque no llevan colorantes ni conservantes. Hay manzanas que son tan sabrosas, dulces, crujientas y aromáticas que son mejor que un bollicao. Solamente consiste en demostrar el verdadero lujo es tener una buena materia prima y fresca, sin tener que abrir ningún plástico, sólo pelando fruta o hirviendo la verdura. Si el vino es una parte muy importante de nuestra economía, de nuestro paisaje y de nuestra cultura, ¿porque no lo enseñamos en la escuela? Para que sepan beber, degustar y disfrutar de la bebida sin pasarse. ¿Por que nos enseñan educación vial y no sensorial? No sé, tal vez queramos ser puritanos y no hacer apología del beber a los niños, aunque después los botellones de la adolescencia nos lo hagan pagar un precio demasiado alto. No sé si el alcohol es el ángel o el demonio pero siempre gozar de un buena base conceptual ayuda a decidir que manera se quiere utilizar de mayor. ¿Os imagináis explicar en las escuelas como es que el cava tiene burbuja y por qué es diferente de la coca-cola? ¿O que los que están en la pubertad entrenaran su nariz para saber cuando el iogurt está caducado, o un vino en mal estado solo confiando con su pituitaria y mejorar así su autoestima? No sé, yo soy de la generación en la que era más importante aprender historia del arte que cocinar. Y así estoy, con muchos libros pero con una aproximación muy precaria a los fogones. Por suerte mi padre me hacía oler las copas y me decía “¿cuál crees que tiene madera y cuál no?” . Tal vez como el logo de Carlo Petrini, fundador del movimiento Slow Food que surge como necesidad de promover los productos que están desapareciendo por la globalización, es algo “sano, justo y bueno” la asignatura de gastronomía, y en ella, una lección que no podemos saltar es la del vino.
Un comentario
Edu
Educamos bajo unos intereses, quien sino iba a pedir un albariño en enero? por poner un ejemplo….