El vino perfumado y romántico, con nombre de luna de miel, que amenaza con ser un clásico y cuesta menos de 11 euros
Sí, este vino lleva como nombre «luna de miel». Te lo recomiendo porque organolépticamente vale la pena y no solo porque sea muy perfumado y romántico. Tampoco porque ya empieza a hacer temperaturas más de primavera que de verano. Tampoco porque ha empezado la temporada de bodas y su nominativo de juego. Tampoco sirve como excusa que ya te has acabado todos los capítulos disponibles de la tercera temporada de los Bridgerton y necesites un vino que te haga sentir Miss Whistledown.
Este vino de la denominación Penedès amenaza con ser un clásico firmado por Marta Casas una de las mujeres del vino que va más allá de la biodinámica estudiando las constelaciones en la viticultura. Un vino inteligente, intenso, pasional y resultón para conectar con el orden cósmico. Flor de naranjo, combinada con pera y albaricoque. Una entrada elegante con una acidez equilibrada por los azúcares residuales del vino que da paso a una boca suave y agradable.
Las uvas con las que se elabora crecen en la finca Las Torres a 750 metros de altitud y su clima fresco le dota de esta intensidad exquisitamente aromática al vino. Parés Baltà en Pacs del Penedès es uno de los mejores ejemplos de como esta denominación es líder en viticultura ecológica.
Déjame exponerte mi teoría de los maridajes (que es totalmenten extrapolable a las parejas). Como dicen los presocráticos: “lo semejante ama a lo semejante”. De la misma manera que nos gustan las personas con las que tenemos mucho en común también nos chifla lo que es totalmente contrapuesto a nosotros. Las harmonías entre contrastes como este vino (que parece dulce por su nariz) con foies y quesos azules son la bomba. Sí, es eso de que los polos opuestos se atraen. Atrévete a servirlo a unos cinco grados con esos reflejos dorados en la copa. De la misma manera combínalo también con el agridulce de los platos asiáticos.
“Dónde no hay vino, no puede haber amor” decía Eurípides. Tampoco es para tanto porque como explicaba Honoré Balzac “Todas las relaciones empiezan con champagne y acaban con una infusión”. Aunque es verdad que el cupaje vino y amor sigue triunfando porque como decía Ovidio “Con amor, el vino es fuego”. Alimenta la llama con este folletinesco blanco.
Artículo original para ELLE Gourmet
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