Fiesta del Vino Nuevo 2020
Este año me han honrado siendo la madrina de la 11ª Fiesta del Vino Nuevo de El Masroig, en el Montsant. Ha sido un sueño hecho realidad. Espero haber plasmado la ilusión que me hacía en mi Pregón del Vino Nuevo 2020.
Bienvenida a El Masroig
Bievenidos y bienvenidas a la inauguración del año vitivinícola.
Todavía recuerdo cuando el año pasado mi padre me dijo: “Meri, voy a El Masroig, porque celebran el 10º aniversario del vino nuevo.” Yo, que por aquel entonces dormía poquísimo por las noches, gracias o por culpa de mis hijos, tenía un ligero resfriado y le dije que no lo podía acompañar. Él insistió: “Estará Marc Ribar y los demás padrinos como Xavier Grasset, Joan Reig…”. Tal vez dije alguna barbaridad. No dormir no te convierte en una mejor persona.
Preparando este pregón y viendo el vídeo de aquella edición donde todos se tocaban y abrazaban, celebrando el lanzamiento del primer vino del año, con la plaza a rebosar de gente y música, pienso que no me quiero perder ni una fiesta más. El vino, como la vida, debe ser una celebración y esta lección me la llevo, nos la podemos llevar todos, de estos duros mesos de 2020 en que nos han truncado la vida que nos hacía felices sin ser conscientes.
En casa, en el Celler de Gelida, San martín siempre ha sido una fecha indispensable. Para nosotros era sinónimo del día del vino nuevo y el primer aceite, los primeros productos de las principales cosechas mediterráneas. Nuestros clientes y amigos los esperaban más que al beaujolais, que sale el tercer jueves de noviembre. Y entre todos, os prometo que mi padri, Toni Falgueras, siempre me decía que cuando probaba el vino del Celler Masroig siempre le parecía que tenía algo distinto.
Making off de la Fiesta
Hace un par de sábados, fui a El Masroig com mi equipo de cámara. Queria conocer de cerca el proyecto, la bodega y su gente. En el mundo del vino, ya sabes cuan importante es la gente. Cuando se entra a El Masroig es como si se parara el tiempo. Sentí el latido de unos elaboradoers que son pura garra y corazón.
La leyenda cuenta que durante la construcción del pueblo, después de una sequía extrema, los aldeanos tomaron una decisión extraordinaria. Al no tener agua, emplearon el vino para amasar el barro. Dicen que, por eso, la cúpula de Sant Bartomeu, la parroquia neoclásica del año 1833, tiene el característico color rojizo. Se puede decir que el vino corre por las venas del pueblo!
El vino nuevo
El vino es la única obra de arte que se puede beber
Robert Louis Stevenson
Volvamos al vino nuevo. El vino nuevo resume las angustias y alegrías del agricultor. Esta primicia estacional nos ayuda a pasar mejor los meses fríos de otoño e invierno. Eso sí, acompañados de los platos de la temporada festiva que se avecina.
Al tener una elaboración tan rápida, el vino nuevo es el que mejor representa las características de la uva y la cosecha del año. Es fresco al paladar y rico en aromas. Tiene una personalidad propia que va a sufrir una metamorfosi cuando aparezcan los primeros vinos jóvenes. En el vino nuevo, no ha ocurrido transformación, ni envejecimiento, ni barricas. Por ello, nos gusta decir que es el vino que mejor representa las variedades de uva empleadas. El vino nuevo es pura fruta. Conserva los aromas primarios de las variedades del cupaje. En el Celler Masroig les gusta decir que es un botón de reiniciar. El verdadero reset para la vid, para el vino y para la vida!
En tiempos pasados, pero no tan lejados, el viticultor elaboraba su propio vino en casa, en muchos casos para consumo doméstico. Alrededor de noviembre, el payés cogía un punzón y agujereaba la barrica (espinjolar se dice en catalán y es una palabra a recordar para los amantes del vino nuevo). Hacía un pequeño agujero en la barrica y probaba el vino. El tonel que tenía mejor olor y mantenía el picado del gas carbónico de la fermentación era la que se abría para las fiestas navideñas. En aquel tiempo, era un vino turbio. Eso era y es el vino nuevo.
Cambian los tiempos, pero hay tradiciones que perviven. El vino nuevo es un producto exclusivo, de producción limitada y, sin embargo, al alcance de todos. Gracias a la tecnología actual, podemos disfrutar de este vino embotellado y seguir con esta bonita tradición a un precio y con una calidad excelentes.
La celebración
Per Sant Martí mata el porc i enceta el vi
Dita popular
La Fiesta del Vino Nuevo coincide con el día de San Martín de Tours, el 11 de noviembre. San Martín fue un soldado y obispo santo, generós y hospitalario. Esta fecha coincide en el calendario con un paréntesis de bonanza climática entre los grises y las nieblas de otoño. No te confudas con San Martín de Porres, el 3 de noviembre, que fue el primer santo mulato, pero que nada tiene que ver con el vino. En muchos lugares, San Martín era y es también la fecha para la matanza del cerdo, por eso van juntos en muchos refranes populares catalanes.
Esta fiesta tradicional está presidida por una rama de pino simbólica. La Fiesta del Vino Nuevo consiste en espinjolar las barricas! La cata del primer producto enológico de la vendimia va acompañado de comidas llenas de alegría y buen humor, puesto que se empiezan a recoger los frutos del trabajo del año. En atalán se decía que ya había vino para vender: «El novembre, vi per vendre!«
La rama de pino puesta en la puerta anuciaba la buena noticia, como costata otro dicho popular: “On hi ram, hi ha mam, i si és de pi, és de bon vi”. La asociación del pino y el vino se remonta a la Antigüedad. Los griegos consdieraban que el pino simbolizaba la inmortalidad al estar siempre verde. Se asociaba con el dios Atis, pero también se consagraba a otras divinidades como Dionisos, el dios del vino.
Me gusta pensar que las raíces de la cultura mediterránea han pervivido hasta nuestros días, aunque por el camino se han ido transformando y los dioses hayan cambiado de nombres. Sin embargo, la Fiesta del Vino Nuevo es también una fiestea pagana, joven como lo es el vino que honra. Lleva consigo la ligereza de los restos de carbónico y la chispa de alegría de este vino nervioso que nos reencuentra para celebrar la fiesta más gamberra del Montsant.
11a Edición de la Fiesta del Vino Nuevo
Les nacions que usen vins temprats e amorosos e no fortegats, e qui beuen sovin e poch, són pobles fort alegres
Francesc Eiximenis
Como os decía al principio, el vino nuevo es el que mejor cuenta las vicisitudes del año agrícola. Y si hablamos del vino que debe explicar el año que vivimos, no quiero fijarme solo en aquello que ha marcado la actualidad.
Mientras grababa en El Masroig, mi cámara daba el pecho y yo había dejado a los niños con sus abuelos, lo que nos provocó ciertas limitaciones temporales. A la vez, los niños de Rafel montaban en bici por la plaza y me miraba a mí misma que no hace tanto jugaba enter los toneles del Celler de Gelida. Me puse a pensar que el ciclo de la vid es un reflejo de los ritmos cíclicos de la vida. A esta lucidez, hay quien le llama estar madurando.
Este 2020 nos ha invadido una tristeza planetaria, por todas las víctimas de un mal desconocido que no hemos podido acompañar, llorar o velar como merecían. Hemos compartido menos y, de golpe, hemos dejado los besos y abrazos. Sin embargo, la panemia también nos ha acercado a nosotros mismos, ha sido un ejercicio de reflexión e introspección, un alineamiento de valores con aquello que queremos vivir en el presente y en el futuro.
Y dejadme ir de lo general a lo particular. Este 2020 ha sido un año en femenino. Convivir con la familia tantas horas nos ha dejado momentos mágicos con los hijos, pero también nos ha ayudado a valorar el trabajo y la vida social. Hoy, quiero tener un recuerdo para las mujeres que hemos dejado por un tiempo o para siempre la vida fuera para cuidar a la familia en casa. Brindo para que no tengamos que renunciar a criar a los hijos, ni a salir con los amigos, ni a triunfar en el trabajo.
Y para concluir, me gustaría insistir. Aún cuando no hemos podido abrazar, no hemos dejado de seguir queriendo. No podemos hacer una fiesta en la plaza, pero el vino nuevo nos sigue acompañando con sus mateices, con sus historias y un montón de sensaciones. La vid y el vino, como la vida, no paran de rodar. Podemos intervenir, pero es el Universo quien debe hacer el trabajo gordo. Asi pues, levantemos las copas y brindemos comprometiéndonos a poner nuestro grando de arena para hacer de la vida una utopía. Que el aliento de vida que trae el vino nuevo nos contagie la sonrisa y las ganas de vivir!
Viva El Masroig y larga vida al vino nuevo!
Adaptació del pregón de la Fiesta del Vino Nuevo 2020 (en catalán) en el Celler Masroig (DO Montsant)