LAS CATAS DEL CELLER DE GELIDA
Cuando tienes una tienda de vinos o escribes la gente te envía muestras, para que las compres o distribuyas o para que escribas de ellas. A mí a la hora de escribir de vinos, me gusta más buscar a que me encuentren. Pero a la hora de seleccionar las mejores referencias para una tienda se debe conocer la opinión de los clientes. Siempre presumimos en el Celler de Gelida que no vendemos nada que no pruebe alguien de la familia (Maria, Toni, Ferran o yo). Ahora pero queremos que las nuevas adquisiciones tengan el visto bueno de nuestros amigos, clientes y sumilleres de confianza. Este mes de mayo ha sido una continuación de catas continuas en nuestra sala de degustaciones en Vallespir, 88 dónde yo imparto también los cursos de iniciación a la degustación. Hemos realizado catas de más de cien productos para entrar nuevos cosecheros de la Rioja y vinos de Ribera del Duero que mi padre ha ido recogiendo y comprando en sus viajes. Hemos compartido las muestras enviadas de las bodegas catalanas con nuestros asesores (gracias Manel, Jordi, Rafa, Roberto, Pina, Joe) con una cenita para comentar las degustaciones siempre a ciegas y con fichas profesionales. Des de siempre antes de cenar o de comer en casa de mis padres hemos hecho estas catas, ahora pero, es muy divertido compartirlas. Es nuestra manera de demostrar el respeto a esas muestras que esperan ser catadas con la mejor predisposición y no quedar en el olvido. Y sí, hay algunas que por su calidad merecen formar parte de nuestra familia.