La íntima relación entre el vino y el hombre
TRADUCCIÓN DE LA NEWSLETTER DE PODERE SAN CRISTOFORO DE AGOSTO
Hay conceptos difíciles de explicar como la íntima relación que existe entre el hombre y el vino. Sobre esto ya han hablado los escritores de vino más inspirados de Italia como Mario Soldati, Luigi Veronelli, Roberto Cipresso entre otros tantos. Con este propósito he decidido de mostraos en versión integral el mensaje de mi amigo Bernardo Pasquali, periodista y escritor. Lo que leeréis es una oda al vino, breve pero intensa. Leyendo atentamente sus palabras podemos encontrar la quinta esencia del vino, el placer que nos da, a parte de sus cualidades organolépticas; cuando entra en contacto profundo con el hombre; cuando se expresa en su religiosidad, en su espiritualidad. Me siento entonces menos loco cuando pienso que mi vino sea capaz de leer mi alma y convertirla en líquida y escarlata.
“Probé Amaranto una noche del pasado invierno en mi casa con la compañía de mi pareja Anna. Ella de vino sabe poco y para uno como yo que vive en mundo del vino tiene un valor añadido. Pero ella sabe coger las emociones que el vino emana y esto le llena los ojos de luz. ¡Y aquella noche sus ojos eran luz!
He escuchado en silencio tu Sangiovese en pureza “maremmano”. Con los ojos cerrados, he intentado sentir sus vibraciones, las tensiones de sus movimientos en el paladar. He intentado respirar la tierra roja de Maremma, aquella que tu tienes siempre entre tus manos en la magnífica foto que tienes en tu web. ¡La he sentido! He apreciado la sal marina de la costa. Las notas frutales de esta gran cepa, que donde tu estás, es reverenciada delante su majestad la Tierra, sin prevaricarla. Es más, la ha seguida y ha dejado que fuera ella a dictaminar sus condiciones. ¡Y aquí está! La explosión mineral, aquella percepción de energía que pocos vinos saben producir.
Con los ojos cerrados he surcado tu tierra y me he embriagado de su luz. Creía que aquel Sangiovese fuera el típico irritante y exuberante “toscanaccio”. ¡En cambio he encontrado en la harmonía de la simplicidad, la educación del tanino, la gracia del fruto aún pálido pero vivo!
Después he encontrado un poco de tu sueño. Aquel del que siempre he sentido cuando me hablabas de tu propiedad. He encontrado aquella alma gentil que hace parte de ti y que sabes expresar siempre con tu modestia, que es tu grandeza y tu fuerza.
Y aquí está el arañazo del vigneron, lo que encuentro en algunos Charmes Chambertin de mi joven amigo viticultor que se siente mal cuando lo alejas de su tierra y que se lleva un pedazo con él para no olvidarla nunca.
¡Bravo! Son emociones que me has regalado y que busco en un vino. Aquella botella la he tenido vacía en la bodega. Tengo un estantería a la que llamo emotional glasses… Son vidrios que no llamo nunca más vidrios. En dialecto véneto lo llamamos “los muertos”… para mi ellos serán siempre vivos recuerdos de apasionantes momentos de mi vida.
Yo admiro y envidio a los viticultores. ¿Sabes por qué? Tienen la sagrada virtud de transformar la materia en espirito. Tienen el don de la tierra, del amor de la creación. ¡Es por ello que amo este mundo! No es solo pasión, la nuestra creo que sea una forma de redención.
Un himno a la creación, un gancho respetuoso de gratitud por aquello que la vida nos ha dado.Tu historia de retorno íntimo a la tierra me enseña justo esto. Y también tu Sangiovese, un enlace sutil e íntimo con el polvo de la Maremma”.
Bernardo no es el único que me ha hablado de esta sensación bebiendo San Cristoforo. Esta historia tenía que ser difundida para que otros y yo no piensen que formamos parte de un extraño grupo de seres humanos que hablan con las plantas, los animales, o con los vinos…
P.D.: San Cristoforo 2009 está en la final para el preciado premio “Tre Bicchieri” (Guía de Vinos Italianos Gambero Rosso 2012)